Los Papeles del Capitán Orduño

domingo, 8 de mayo de 2016

La Música de las Esferas, Capítulo Primero

Dicen los sabios que Theus no juega a los dados. Que las cosas no pasan por casualidad. Aquella bonita tarde de primavera Philipe D´Agras (PJ de Leandro) se encontraba dando una apacible vuelta por los alrededores de Charousse. Era la última moda de la ciudad: salir a las afueras a tomar un aperitivo mientras veían aquella ciudad, diseñada para el uso y disfrute de los más poderosos. Paralelamente a su paseo matutino, llegaban en esos momentos a la capital de Montaigne el vodaccio Fausto Villanova (PJ de Jose), el vendelio John Wesley (PJ de Carlos) y el ussuro Nikolai Putin (PJ de Dani). Los motivos que les llevaban a Charousse iban desde buscar esposa hasta las intrigas internacionales, pasando por la escolta de un importante diplomático. Todos escucharon el grito y acudieron a su fuente. La escena que vieron los cuatro hombres fue desoladora: un carro con el símbolo de Montaigne volcado y un grupo de unos ocho bandidos y su líder atemorizando a dos hombres y a una frágil doncella. Comenzó una refriega entre los héroes que acabó rápidamente con los matones y su líder en el suelo y con ellos victoriosos, aunque algunos más maltrechos que los otros. Otro giro del destino quiso que la chica no fuese una doncella cualquiera, sino uno de los grandes talentos musicales del mundo con solo 16 años: Madelene de Prevoye.

Chateau du Soleil


Agradecidos por haber sido rescatados, Alfonse Prevoye (padre de la niña) insistió en llevar a sus cuatro salvadores al Chateau du Soleil, el palacio del Empereur Leon XIV. Recientemente, Leon XIV había llamado a la niña a palacio para que compusiese una opera en su honor. En dos días esta opera iba a estrenarse en una fiesta por todo lo alto para la gloria del emperador de Montaigne. Nada más llegar a oídos del Empereur, los héroes fueron acomodados en lujosas habitaciones y obsequiados con toda clase de manjares: fruta fresca, vinos, truchas pescadas esa misma mañana y asadas, faisanes asados con manzanas y un lujo que pocos han probado, el café. A algunos, como es el caso de Nikolai, esto les pareció poco y llegaron a pedir una gallina rellena de castañas. Finalmente fueron llevados ante L´Empereur que les agradeció su intervención y les permitió estar en el palacio y asistir a la fiesta. 

Alonso y Amelia
Paralelamente, llegaban a Charouse un grupo de espías castellanos. La agente Amelia Folch iba escoltada por el valeroso soldado Diego de Entrerrios (PJ de Abraham). Su misión era encontrarse con un agente ussuro para coordinar la defensa de las dos naciones ante el común enemigo montaignense. Mientras encontraban el agente ussuro, Diego fue a dar un paseo por Charousse. En las tabernas los soldados dejaban patente su baja moral ante la perspectiva de ir enviados a Ussura. En las calles, Diego pudo asistir impertérrito a la tremenda represión del gobierno de L´Empereur con un pueblo que cada vez está más hastiado de represión, guerra y todo tipo de privaciones. El viejo instinto de soldado de Diego le decía que el enemigo estaba a punto de desmoronarse y que a lo mejor una buena coordinación de castellanos y ussuros contribuía a ello. Finalmente el agente resultó ser Nikolai. Tanto Nikolai como Amelia acordaron tener contactos fluidos en Kirk, la capital de la Liga de Vendel (país que secretamente les apoya), pero que ahora, ambos países deben de lanzar una ofensiva coordinada. 

Fausto y Anna en el acto
No todo fueron las intrigas internacionales. Algunos como John Wesley o Philippe d´Agras encontraron tiempo para verse con Madelene y preocuparse por ella ante un más que posible estallido social. La chica estaba trabajando de manera dura en la opera de L´Empereur, aunque también en rescatar la música perdida de un fallecido compositor en una cajita de música de la nunca se separaba. Otros como Fausto Villanova, encontraron tiempo para cortejar mujeres, como es el caso de Anna, la doncella de Dominique de Montaigne, una de las hijas de L´Empereur. Incluso tuvo la suerte de probar los labios de la hermosa vodaccia, aunque todavía es pronto para saber si para bien o para mal. También tuvo tiempo para cortejar a la dulce Madelene, aquí con menor éxito. 

Finalmente llegó el día de la fiesta. Los héroes acudieron vestidos para la ocasión. L´ Empereur apareció con Madelene. El soberano vestido como el Dios del Vino, Baco y ella como un frágil cisne. Uno a uno el soberano la fue presentando a los invitados, en el caso de los héroes, agradeció el servicio prestado rescatando a su joven protegido. Finalmente llegó el momento del estreno y... no pasó nada, a pesar de la pomposa presentación de Donadieu. Finalmente, Alfonse pidió a los héroes que le ayudasen a buscarla sin armar demasiado jaleo e importunar a un cada vez más impaciente Empereur. 

Las pistas de los héroes conducen a que Madelene ha desaparecido por voluntad propia y con ella se ha llevado su violín, unas partituras y su cajita de música. Nuevas pesquisas indican que tomó un carruaje y salió, Diego se adelantó en pos de ellos en un carruaje. Nikolai usó los dones de la Madre Ussura para buscarla desde el cielo. John, Philippe y Fausto tomaron un segundo carruaje. Finalmente encontraron el carruaje y las partituras. La chica se había deslizado en las alcantarillas y había dejado unas partituras con unas enigmáticas anotaciones. Los héroes arrancaron las rejas y se deslizaron bajo las alcantarillas de Montaigne donde habitan toda clase de tribus de salvajes. Finalmente unas lejanas notas musicales parecen llevarle a una estructura mucho mas antigua que las alcantarillas de Charousse.

Allí les esperaban el Rey Harapiento, Renard y la flor y nata de los guerreros del Pueblo de Pegre, una de las tribus más brutales y despiadadas del submundo de Charousse. Hubo una gran lucha antes de entrar y ya dentro de la misteriosa estructura. Los salvajes ladran algo de un tesoro en las profundidades y Madelene toca ajena a la batalla que transcurre a su alrededor, Finalmente la música cesa y la chica se desmaya. La puerta se abre. 

Pero no es un tesoro que emerge. Es una criatura emergida de alguna lovecraftiana pesadilla que devora a los hombres del Pueblo de Pegre.

Héroes, salvajes y bestia se preparan para el acto final de lo que se antoja una gran batalla.

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